ahora que la distancia recorta lo que está más cerca
ahora cuando demasiado lejos del hogar
deambulo por los recuerdos más ingenuos
sin la prisa de la ira
a espaldas de los árboles que cubren el aliento
de mis abuelos de mis abuelas de los colores
de tantas crayolas que manchan gentilmente
mis pasos
empiezo a creer que es posible la paz de las verdades ínfimas
los lienzos inconclusos las noches soleadas y las lluvias
sobre los hielos
ahora que respiro como si el aire lo fuera todo y fuera nada
como si el aire fuese la lujuria la ira de los cuerpos la venganza contra el olvido
los fantasmas escondidos detrás de los libros
los espasmos que calcinan la necedad de los nombres
ya no requiero de marcas
que dejen un rastro de los ocasos pretéritos
y fugaces
ni de futuros inconclusos
ahora que miro con las pupilas henchidas de esquistos
ciego y demasiado ingenuo
para creer en los ojos
lejos también del tiempo y los relojes de arena
lejos tal vez de las ínsulas sin retorno
avergonzado por no caminar sobre tantos ríos
que pueblan este lado del silencio
me dejo llevar
sin el deseo de lo que nunca me perteneció
sin espejos
sin sombras qué perseguir
ahora que ya el pasado es demasiado piadoso
y el futuro demasiado enorme
para que quepa todo en mis torpes brazos
no renuncio a las dudas ni las ato a las reprimendas
del juicio
ahora
simple torpe y llano ahora
ahora como una llama encendida a un dios minúsculo
sin templo alguno
como una planicie hecha de jirones y lianas
creo por fin que todo está vedado
menos la posibilidad de creer que ahora no sea cierto
ahora que bostezo sin preocupación
que dejo que los surcos de mi frente
me digan lo que soy
sin el apremio de ayeres y mañanas
puede que haya encontrado un trozo de cometa
una rama de olivo un rostro desvanecido
pero conforme con lo poco que le puedo ofrecer
ahora y ahora
tan denso tan informe tan esquivo a esquemas y proyectos
tan burlón y risible ahora comprendo la trascendencia
de lo vano la enigmática potestad de las hojas del otoño
y de esos ratones diminutos que llaman una y otra vez
desde las cumbres más bajas que rozan las nubes
ahora
indefenso y manso ahora
a vos te dedico esta ofrenda
porque eres demasiado ligero para comprender la pesadez
de tu maldita pero tierna eternidad
a mi padre a quien a destiempo puedo decir que está aquí ahora porque siempre lo estuvo
No hay comentarios:
Publicar un comentario