martes, 7 de agosto de 2012

ahora


           


ahora que la distancia recorta lo que está más cerca

ahora cuando demasiado lejos del hogar
            deambulo por los recuerdos más ingenuos
sin la prisa de la ira
a espaldas de los árboles que cubren el aliento
            de mis abuelos de mis abuelas de los colores
            de tantas crayolas que manchan gentilmente
            mis pasos
empiezo a creer que es posible la paz de las verdades ínfimas
los lienzos inconclusos las noches soleadas y las lluvias
sobre los hielos

ahora que respiro como si el aire lo fuera todo y fuera nada
            como si el aire fuese la lujuria la ira de los cuerpos la venganza contra el olvido
            los fantasmas escondidos detrás de los libros
            los espasmos que calcinan la necedad de los nombres
ya no requiero de marcas
            que dejen un rastro de los ocasos pretéritos
            y fugaces
            ni de futuros inconclusos

ahora que miro con las pupilas henchidas de esquistos
            ciego y demasiado ingenuo
            para creer en los ojos
            lejos también del tiempo y los relojes de arena
            lejos tal vez de las ínsulas sin retorno
            avergonzado por no caminar sobre tantos ríos
            que pueblan este lado del silencio
me dejo llevar
sin el deseo de lo que nunca me perteneció
sin espejos
sin sombras qué perseguir

ahora que ya el pasado es demasiado piadoso
            y el futuro demasiado enorme
            para que quepa todo en mis torpes brazos
no renuncio a las dudas ni las ato a las reprimendas
            del juicio

ahora
simple torpe y llano ahora

ahora como una llama encendida a un dios minúsculo
sin templo alguno
como una planicie hecha de jirones y lianas
creo por fin que todo está vedado
menos la posibilidad de creer que ahora no sea cierto

ahora que bostezo sin preocupación
que dejo que los surcos de mi frente
me digan lo que soy
sin el apremio de ayeres y mañanas
puede que haya encontrado un trozo de cometa
            una rama de olivo un rostro desvanecido
            pero conforme con lo poco que le puedo ofrecer

ahora y ahora

tan denso tan informe tan esquivo a esquemas y proyectos
            tan burlón y risible ahora comprendo la trascendencia
            de lo vano la enigmática potestad de las hojas del otoño
            y de esos ratones diminutos que llaman una y otra vez
            desde las cumbres más bajas que rozan las nubes

ahora
indefenso y manso ahora
a vos te dedico esta ofrenda
porque eres demasiado ligero para comprender la pesadez
            de tu maldita pero tierna eternidad

a mi padre a quien a destiempo puedo decir que está aquí ahora porque siempre lo estuvo

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