no
quieres escuchar eones
la miseria
aterciopelada cresta
acantilados días
caótico silencio
huyes
rechazas el empotramiento de la vida
derrumbe genocida de peces
bambúes
mariposas
ornitorrincos
vano juego
inciertas letras
mensajes desgastados
sin arenga
te
hastía la luna
persiguiendo
la siguiente
subducción cadavérica
inmisericorde
bajo del magma indómito
reniegas
del viento
soplo
inocente
delicada
grava
su
infidelidad devasta cumbres
vierte humores ajenos
ahuyenta el vuelo de
las golondrinas
islotes que nunca verán tropel
semental
rinoceronte
te
irrita el mundo a los pies del evangelio
secreto herético
falso misterio
rituales
esféricos tantas ciudades abandonadas fuera del tiempo estirpes que insisten en
llamarte desde sus arcanos templos pasos ilusos que pretenden iluminar la
sencillez del camino
pueblos que no migran
más allá de la marca ciega de la córnea
reniegas
del relato aun imberbe
que
promete ciclos de lluvia
sol
tormenta
días
de peste
hambre
frío
incesante
celebración
interregno
imperios derruidos
lacerantes como sables
huesos
guerreros ectoplásmicos
marchitos
árboles genealógicos
que
no dan fruto inocente
savia
congelada en las venas de los sauces
absurdamente
te has agotado
cierto
vigilando
el círculo
presa
de la fragua en tu garganta
el
fuego amargo como hiel
la
cola
largo y pesado laberinto
escamas
duelen cual gritos
cual láminas de asbesto
dragón
Kundalini
serpiente
antigua
te susurraron alguna vez
hechizos reiterados e inútiles
tampoco cargas pecados ajenos
la expulsión del predio del miedo te
parece ridícula
nunca
existieron rejas en el jardín de las delicias
tuyo es el horror circular
sostener mundo
eternidad
e infinito
lejos del hogar
el vino casero
el pan silvestre
con
las culpas ajenas en desahucio
decides
no morderte la cola
dormir inexactamente
carente
de radio
ángulo
diámetro certero
dormir
suave nido
astillas
césped
algas
corteza y musgo
empiezan
a quebrarse los cascarones
al calor de tu abrazo
delicado estruendo
abres
los ojos con ternura de pelícano
oso
pingüino
parto de leona
un día inexacto
hermosamente anónimo
ínfimamente difuso
fuera de calendario
sin marcas proféticas
instaladas en el flujo del cielo
un
día
uno
solo basta
para
romper el círculo
No hay comentarios:
Publicar un comentario