puede decirse algo sobre el silencio que llame
a la rosa por otro nombre acaso su inerte dureza su incierta transparencia el poco
consuelo cuando deja al lado los recuerdos su fragilidad extendida en vastos
parsecs y nebulosas marchitas frío relámpago blanca oscuridad lapso desgarre de
sepia y cáñamo nada puede escucharse en sus brazos nada se
teje formula hiere los pies de Penélope promete el retorno huida fuera del
grito instante rodeando la ausencia de tu voz lugar donde se me permite nombrar
todas las voces del orbe ninguna esencia ni búfalo embravecido bastón hueso
roído hasta el nervio aroma a fruta primera recogida al atardecer ni siquiera
el anuncio de la catástrofe cuando no importan las estrategias moneda caída de
canto empeño más allá de las gargantas debajo del silencio no yacen relatos
diásporas versos maltrechos elegías aplausos arrullos canciones de cuna locura amor
desesperado himno y triunfo victorioso ovaciones huellas esperanzadas en el
camino de los pueblos errantes únicamente concavidad abismo renuncia al signo
que indica la cúspide los montes nevados sombra como bostezo de maniquí bloque impotente
de granito pixeles estelares entre cada letra quieta vanidad arena girando en el vórtice
así carece de razón porque quizás las palabras retengan todavía un asomo de
franqueza en su ingenuo intento por reconstruir las cosas hechas con niebla corteza
sauce aullido y trueno gutural estruendo en la Nube de Oort pero el silencio no
rebela siquiera las certezas más ínfimas las metáforas y oblaciones obeliscos y
ábsides sólo se dice a sí mismo negación pura bajo el arrullo de violines
fantasmales lastimeros aquellos sin lápida fecha de nacimiento flores en el día
de muertos lugar donde posar por lo menos una minúscula memoria sagrada el
silencio corona la palabra imaginaria espejo roto y vencido condena lo exterior
abigarrado abstraído conforme al derecho de las multitudes ahí aguarda
indolente lejos del abrazo el llanto el calor la arquitectura de la mirada a la
espera de que tu voz calle y callen las voces escuchadas pacientemente durante
milenios con dulzura piel extendida albatros derrotado confundido por el curso
del viento cuando se detenga una vez más entre las hojas fieles del otoño
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